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Hay que seguir la ruta del dinero narco

Hay que seguir la ruta del dinero narco

Cronista - 25 de Noviembre 2013

Nadie parece discutir a esta altura sobre los peligros que encarna el narcotráfico para nuestra sociedad. Recientes estudios criminológicos coinciden en destacar que "el crimen organizado es una de las amenazas más relevantes para los Estados democráticos: donde, para colmo, su poder económico, técnico y de lobby suele ser su garantía de impunidad".

Con una mínima parte de sus astronómicas ganancias, pueden sobornar a policías, políticos y juzgados e incluso contratar a los mejores profesionales en el arte de la legitimación de activos procedentes de sus crímenes (más conocido como 'proceso de lavado/reciclado de dinero'). Las últimas estadísticas de las Naciones Unidas indican, por ejemplo, que los grupos narcos manejan ganancias anuales superiores a los u$s 400.000 millones (Global Mick Drug Trend, 2012). Semejantes sumas de dinero pueden ser la envidia de cualquier empresa multinacional de este mundo.

¿Pero dónde esconden e invierten su 'dinero sucio' los grupos narcos? Esta fue una de las preguntas principales de la investigación empírica que realicé en el Departamento de Criminología de la Universidad de Oxford durante los afilas 2000 y 2olo. Una de mis conclusiones fue que los grupos criminales hacen shopping entre los distintos países, en busca del mejor mercado donde reinvertir y reciclar sus ganancias millonarias. Y esta primera deducción la fundamenté con el estudio de once (11) organizaciones criminales de origen nacional (grupos de venta de paco, marihuana y armas ilegales con presencia en el conurbano bonaerense, Neuquén, Santa Fe o Córdoba) e internacional (grupos narcos de Yugoslavia, Paraguay, Colombia, México, Estados Unidos e Inglaterra), que consolidaron su poder económico en la argentina, mediante la inversión de su dinero en los mercados inmobiliario, petrolero, industrial y agrícola.

¿Pero que es lo que motivó a estos grupos mafiosos a invertir su dinero en nuestro país? Uno de los factores fue el grado de informalidad de nuestra economía. El narcotráfico se siente cómodo en economías con altos índices de informalidad, ya que pueden ocultar, mover y reinvertir su dinero mal habido con total impunidad y sigilo. Y lo que pretendo alertar en estas breves líneas es que, a raá de los últimos controles monetarios tendientes a detener la constante "fuga de capitales", la masa de informalidad, lamentablemente, tiene que haberse visto acrecentado y con esto, más y más beneficios para el narcolavador.

¿Por qué? Es que ahora, los ahorristas, al no poder comprar dólares en el sistema regulado, acuden a diario al mercado ilegal y paralelo. Ahorristas y criminales internan escapar, ambos, y de igual modo, de los estrictos controles monetarios. Uno para comprar dólares blue y así resguardarse de la creciente inflación (el ahorrista) y el otro para ocultar, convertir y reinvertir la ganancia de sus crímenes (el narcolavador). El encuentro forzado entre uno y el otro, en el mismo ambiente paralelo y anónimo, no hace más que dificultar la tarea de seguimiento de la ruta del dinero narco. Ambos, dado a la actual coyuntura económica, terminan movilizando y escondiendo dinero no declarado y en efectivo de igual modo. Este paralelismo e identidad de conductas entre `ahorrista' y 'criminal' dificulta aún más la tarea de las fuerzas de seguridad que pretenden distinguir entre la 'paja y el trigo'. Esto es, entre los billetes del ahorrista y los que provienen de los grupos narcos.

¿No nos encontramos rodeados de reglas de juego económicas, signadas por un Estado cansado y desbordado que parece no encontrar la manera correcta y efectiva de detener el avance de la droga, la inseguridad y el narcolavado? Pero la responsabilidad no es sólo del Estado. La delincuencia organizada soliese partido político, ni tampoco reconoce límites geográficos interprovinciales o municipales. Entonces, las tareas preventivas y represivas contra los grupos mafiosos deben encontrarnos unidos: actores públicos y privados, por igual, actuando en conjunto y en forma coordinada.